Aula Las Provincias.

Si entre los alrededor de 300 asistentes a la edición de ayer de Aula LAS PROVINCIAS había alguno que todavía no se había hecho con un ejemplar de ‘Circo Máximo’, seguro que sucumbieron a la apasionada presentación que el autor, el escritor Santiago Posteguillo, realizó en el Ateneo Mercantil de Valencia. El novelista desveló algunas de las claves del libro, la segunda entrega de la trilogía centrada en el emperador Trajano que abrió en 2011 con ‘Los asesinos del emperador’.

Si en la primera entrega, Posteguillo noveló el ascenso al trono de Trajano, en esta ocasión relata la primera parte del reinado del emperador hispano, sus planes de reconstrucción de Roma y, sobre todo, su espectacular conquista de Dacia, un reino habitado por terribles guerreros y comandado por el temible rey Decébalo. Por ello, se ha apoyado en los textos dejados por Suetonio, Plinio el Viejo o Dión Casio, para narrar con emoción las batallas, intrigas, conquistas, creencias y hábitos de la Roma de la época.

En su regreso tras el descanso vacacional, Aula LAS PROVINCIAS congregó a alrededor de 300 seguidores del autor, profesor de lengua y literatura inglesa en la Universidad Jaume I, articulista de LAS PROVINCIAS y premio Valencianos para el Siglo XXI en 2010. Muchos de sus lectores esperan ya la tercera y última parte de la trilogía, aunque el autor, preguntado por ello por uno de los asistentes, aseguró que se dará un plazo de dos años, reconoció que todavía se encuentra en fase de documentación y bromeó, como también hizo el presentador del acto, el colaborador de LAS PROVINCIAS Ramón Palomar, con la extensión de sus obras.

En las más de mil páginas de ‘Circo Máximo’, Posteguillo construye una metáfora de la vida, «con sus siete vueltas y catorce giros». Hace realidad además uno de sus sueños como escritor, narrar una carrera de cuadrigas como las de ‘Ben Hur’. La carrera mortal de caballos enmarca la obra, cuyo «corazón», tal y como lo definió el escritor, es el juicio a una vestal.

El escritor, que realizó su presentación de pie y utilizó proyecciones de fotografías de sus viajes para documentarse y extractos de la novela, bromeó con que ha conseguido otro sueño: «He hecho una novela de John Grisham -autor del que se confesó seguidor- dentro de una de romanos».

En sus palabras de introducción, Palomar valoró la capacidad de Posteguillo de «recuperar a grandes olvidados de la historia» y destacó su «buen ojo», su «maestría impresionante» y su rigurosidad en la documentación. Palomar aludió a un pasaje de la novela, la construcción de un puente sobre el Danubio que Trajano encargó a Apolodoro y a las palabras del emperador -«estamos construyendo algo grande, algo que perdurará siempre»-, para equipararlo a la trayectoria de Posteguillo. Posteriormente el autor ironizó con ello: «Escribo mucho, a ver si perdura algo, si no por calidad por cantidad». Y recordó cuando el comunicador le llevaba a sus programas radiofónicos «cuando sólo había publicado una novela y vendido 700 ejemplares» porque «le gustaba cómo escribía».

Secretos de autor

En su exposición, Posteguillo desveló algunos de los secretos de su labor creativa. El autor explicó que en sus novelas busca el ángulo inesperado, es decir, contar la vida de alguien desde un punto de vista que nadie se espera. Con la trilogía sobre el hispano Marco Ulpio Trajano, primer emperador nacido fuera de la capital del imperio que tuvo Roma,

ha buscado un personaje histórico poco conocido. De hecho, reflexionó, a preguntas de un asistente, si quizás la homosexualidad del emperador «pueda ser un punto de por qué no se ha novelado mucho a Trajano». Él reconoció haber tratado el tema «como los romanos de la época; entonces eso no tenía ninguna importancia, ni me he recreado en ello, ni me ha parecido alterarlo porque es una novela histórica».

Otra de las señas de identidad del autor es plantear grandes incógnitas a lo largo de las páginas – «qué ha visto la vestal, quién quiere atentar contra Trajano y por qué», apuntó-. Lo denomina misterios concéntricos. De hecho finalizó su presentación con uno de ellos, la pregunta que la vestal juzgada le lanza al emperador, ¿es acaso el emperador Trajano mi padre? y la sonrisa con que este le responde.

Tras estas palabras, alrededor de 80 asistentes formaron rápidamente una larga cola que excedía las puertas del auditorio para conseguir una firma del autor en un ejemplar de ‘Circo Máximo’. Ante la respuesta de sus seguidores, la firma de libros se prolongó alrededor de una hora.

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